domingo, 12 de julio de 2009

...Y ardieron en las llamas. Las llamas de mi odio.



Desde los confines de mi soledad, ruego a quien me escuche que no me preste atención. Mi voluntad se ha doblegado ante la maldad, la deliciosa venganza, que a mi se me entoja rediante en vez de gélida. Venganza por aquellos que una vez me desecharon, venganza por aquél que me hirió, y ante todo, venganza por los que nunca me dedicaron una mirada.


Y lejos está mi ética, porque dejé atrás mis remordimientos, ahora mi único punto importante es el maligno sentimiento que me corroe. La congoja, que me impregna de un sabor amargo, no me deja respirar. Sí, mi venganza me llena los pulmones de aire enloquecido, y la piel se me tensa por la emoción.


Ya no miraré atrás. Han muerto. Si preferisteis estar contra mí, dejar que me consumiera y me abandonasteis a mi suerte, este es mi dulce castigo que he elegido para vosotros. Sí, dulce a mi pesar, que me seguirá mientras viva. O, puede que ya no viva, solo esté prolongando mi existencia.


Quien sabe...


M*

1 comentarios:

Mireia dijo...

*________* mencantaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!! Quan torni ja penjare jo!


To Mire By mire



Un petoneeeeeeeeeeeeeeeeeeeet!!

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