
El viento que mece mis cabellos me acompaña. Si en mi soledad hay un momento de paz, es el que aguarda cuando estoy con él. No es solo un sentimiento, es la certeza de que nunca más volveré a soñar desgracias. Porque son las noches oscuras en las que se me aparecen personajes de pesadilla y encuentro una desdicha con sabor amargo. Cuando la luna se esconde, el viento me susurra desafiante palabras sin sentido. Y me quema. Me quema como el bochorno que siento al despertar y ver que las visiones solo eran mentiras. La realidad se me deshace al tiempo que voy despertando de mi somnolencia. Así, cuando abro los ojos solo veo el mismo viento que me azotaba en pesadillas, que ahora se pasea entre mis manos.
Y no estoy sola, pues el viento me acompaña.
M*
2 comentarios:
Oh! Que maco, que poètic!
Mireia,thi llueixes jejeje.Molt bonic tu
en fi,aviam si ens vaiem.
petons!
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