
Siempre me llamó la atención el cuadro que había en el gran salón de la casa de mi abuelo. Justo en medio, sobre el hogar, pequeño y modesto. La mujer que allí había retratada siempre me había intrigado: parecía rejuvenecer con el paso de los años. El abuelo me contó que la mujer una vez le robó el corazón, que sus labios le fascinaban y no dejaban reposar sus pensamientos. Su cabello le cubría la mayor parte de la cara, dejando solo entrever un ojo y los labios. Ese azul cristalino, que no te dejaba apartar la mirada, que te transportaba hacia lo más hondo del mar.
Me senté frente al cuadro, y ella me sonreía. Estaba ensimismado, absorto en su rostro, me tenía atrapado. Mi abuela se sentó junto a mí, observándome.
- Era muy bella, ¿verdad?
Asentí sin ni siquera mirarla.
- ¿Conoces... Su historia?
Giré rápidamente la cabeza, con los ojos muy abiertos. ¿Sabía algo de ella?
Giré rápidamente la cabeza, con los ojos muy abiertos. ¿Sabía algo de ella?
- Era mi amiga, mi mejor amiga. Teníamos veinte años. Un día, cuando la luna estaba en su fase más bella, algo se movía en la oscuridad. La encontraron a la mañana siguiente, con dos marcas en el cuello, pálida e inmóvil. No queríamos creearlo, su vida se había desvanecido, su aliento era ya inexistente. Allí los sueños de tu abuelo se deshicieron, y creo que nunca he vuelto a ser la misma.
Para mí, tampoco aquel retrato volvió a ser el mismo
M*
1 comentarios:
k makuuu! ^O^!
magrada molt , si que s'enten el que volies dir ^^
es molt maku :3
un peto cariñuu ^O^
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